The piano tuner of earthquakes
o el territorio de la imposibilidad




-El amor es una percepción privilegiada, la mas total

y lúcida, no solo de la irrealidad del mundo sino de

la nuestra: corremos tras de sombras, pero nosotros

también somos sombras…



-Octavio Paz



En la víspera de su boda, Malvina (Amira casar), una cantante de ópera
es asesinada por un misterioso hombre, el Doctor Emmanuel Droz
(Gottfried John), en plena actuación, quien posteriormente roba su
cuerpo sin vida sin que su prometido, Adolfo Blin (César Sarachu) ni
los demás asistentes puedan hacer algo al respecto.
Por otro lado un afinador de pianos, Felisberto (el mismo César
Sarachu), viaja a una villa, donde es contratado por el Doctor Droz ,
quien está consagrado a una investigación científica en la creación de
extraños autómatas. Posteriormente, Felisberto (re)encuentra a Malvina
y descubre que ha sido "reanimada" y se encuentra atrapada en la
villa para interpretar una ópera diabólica escrita por el mismo Droz.
Secretamente, Felisberto busca la manera de liberarla.

Los hermanos Stephen y Timothy Quay, mejor conocidos como los Brothers
Quay, cineastas de culto, quienes han desarrollado una de las
filmografías e iconografías más interesantes y e influyentes en la
actualidad, nos permiten asomarnos a un universo onírico que va de lo
lírico a lo grotesco, de la crudeza a la exquisitez, de lo cartesiano
a lo surrealista, donde conviven folklore europeo, referencias
pictóricas, teatro de marionetas, patologías, animismo, y una serie
de tics que hacen su cine inconfundible y hasta cierto punto
hermético.

Los Quay, realizan con este trabajo su segundo largometraje en el que
vuelven a dar un salto del cine de animación con objetos y marionetas
(stop motion) al cine con actores, después de la maravillosa y
compleja Institute Benjamenta, la cual Terry Gilliam (Brazil, Doce
monos) definió como, -"El filme mas hermoso visualmente y con el mejor
sentido del humor que he visto en los últimos trescientos años." Al
respecto cabe destacar, que fue tal su impresión que en esta nueva
cinta es nada menos que el productor ejecutivo.
El argumento tiene su origen fundamentalmente en la novela del
escritor argentino Adolfo Bioy Casares La Invención de Morel (obra
calificada de perfecta por Jorge Luis Borges), para continuar con su
papel de transcriptores del lenguaje literario al cinematográfico,
como lo han realizado en toda su trayectoria, con adaptaciones a
autores como Bruno Schulz y Robert Walzer principalmente.


El afinador de pianos… evoca mitosde ecos órficos donde eternidad, amor, memoria, repetición, son
elementos que conforman el tour de force que Felisberto/Orfeo deberá
atravesar en la búsqueda de su Malvina/Eurídice , o al menos de esa
ilusión en forma de deja vu que se advierte desde el inicio con la
sentencia del poeta romano Sallust a manera de clave para entender el
filme: "These things never happen but are always". Esta consigna
pesará como anatema para Felisberto y para Droz en una búsqueda
compartida de lo eterno; lo inmutable, que sólo puede ser representado
de manera casi teatral en un acto de mera simulación. Esta obsesión
motivada en Droz por la locura, y en Felisberto por las esperanzas
fruto del equívoco, culminara de manera fatídica, dado que el secreto
de Droz para conseguir la eternidad consiste, paradójicamente, en el
hecho de necesitar seres sin vida para poder extraer su esencia. De
esta manera, el amor eterno se consigue como una broma cruel que se
eleva al nivel de metáfora que nos remite a la caverna platónica,
donde la realidad se confunde con su reflejo.
Sin llegar a las alturas del Instituto Benjamenta los Quay siguen siendo fieles a su postura intelectual al crear un
cine donde el lenguaje (en este caso de las imágenes) rompe con
cualquier tipo de esquemas y convenciones narrativas, para convertirse
en una especie de coreografía onírica abierta a interpretaciones y
sensaciones anulando la obra como objeto terminado, convirtiendo al
espectador en partícipe del proceso de reelaboración de los
significados en una cinta que ellos mismos han calificado como
ciencia ficción poética.